Introducción
En un pequeño y humilde pueblo del norte de España, San Sebastián de Garabandal, entre 1961 y 1965, cuatro niñas afirmaron recibir apariciones de la Virgen María y de San Miguel Arcángel. Aquellos mensajes, llenos de advertencias y esperanza, han sido considerados por muchos como uno de los anuncios más claros del fin de los tiempos. Aunque la Iglesia Católica aún no ha dado una aprobación definitiva, las palabras atribuidas a la Virgen siguen resonando como un misterio abierto.
El Mensaje Central
Las niñas —Conchita, Jacinta, Mari Cruz y Mari Loli— relataron que la Virgen de Garabandal vino a advertir al mundo de una crisis espiritual que afectaría profundamente a la Iglesia y a la humanidad. El núcleo del mensaje se puede resumir en tres puntos:
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La necesidad de conversión y penitencia.
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El peligro de un castigo divino si la humanidad no cambiaba.
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Tres grandes profecías: El Aviso, El Milagro y El Castigo.
El Aviso: Un Despertar Global
La primera profecía habla de un Aviso universal, un evento espiritual que llegará a toda la humanidad al mismo tiempo.
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Cada persona verá su alma como Dios la ve, experimentando una especie de “juicio particular” antes de morir.
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Este Aviso no causará la muerte de todos, pero sí será una experiencia intensa que moverá a muchos a la conversión.
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Será imposible ignorarlo: un fenómeno simultáneo en todo el planeta.
Algunos lo describen como un acto de misericordia divina, un último llamado antes de que el tiempo se agote.
El Gran Milagro: La Luz en la Oscuridad
Poco después del Aviso, ocurrirá un Milagro visible en Garabandal, en los Pinos donde se dieron las apariciones:
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Será un prodigio tan grande que no dejará dudas sobre su origen divino.
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Los enfermos presentes sanarán, los incrédulos creerán, y será posible filmarlo y fotografiarlo.
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La vidente Conchita González afirmó que ocurrirá un jueves entre el 8 y el 16 de marzo, abril o mayo, coincidiendo con la fiesta de un mártir de la Eucaristía.
La Virgen prometió que este Milagro quedará como señal permanente en el lugar de las apariciones.
El Castigo: La Última Advertencia
Si después del Aviso y el Milagro la humanidad continúa en su rebeldía, vendrá el Castigo:
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Una purificación de dimensiones cósmicas, más grande que cualquier catástrofe natural conocida.
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No será un simple desastre, sino una manifestación directa de la justicia divina.
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Las niñas hablaban de un fuego que descenderá del cielo, haciendo recordar las advertencias del Apocalipsis.
La Virgen no dio detalles exactos, pero sí subrayó que el Castigo podría evitarse si el mundo cambiaba a tiempo.
Relación con el Fin de los Tiempos
Muchos teólogos y creyentes vinculan Garabandal con el Apocalipsis y con otras apariciones marianas como Fátima, Lourdes o Medjugorje.
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El Aviso recuerda al “gran terremoto espiritual” descrito en los profetas.
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El Milagro puede verse como una anticipación de la Nueva Jerusalén.
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El Castigo se asemeja a los juicios descritos en el Libro de Daniel y el Apocalipsis de Juan.
Garabandal no habla del “fin del mundo”, sino del fin de una era, el cierre de los tiempos actuales y la preparación para un tiempo nuevo de gracia.
Reflexión Final
Las profecías de Garabandal nos colocan frente a una pregunta incómoda:
¿Estamos preparados para enfrentar la verdad de nuestra alma y responder al llamado divino?
La Virgen no vino a infundir miedo, sino a llamarnos a la conversión y al amor verdadero. Tal vez el Aviso, el Milagro y el Castigo no sean simples sucesos futuros, sino también símbolos de una batalla interior que cada persona libra entre la luz y la oscuridad.
El tiempo dirá si Garabandal fue la antesala del fin de los tiempos o un mensaje ignorado. Lo cierto es que la voz de María sigue resonando:
“Muchos sacerdotes, obispos y cardenales van por el camino de la perdición y arrastran muchas almas con ellos... Debemos enmendar nuestra vida.”
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