Tuesday, April 8, 2025

El Camino de la Energía: ¿Por qué olvidamos nutrirnos directamente de la Fuente?

 

El Camino de la Energía: ¿Por qué olvidamos nutrirnos directamente de la Fuente?


Introducción – La energía madre detrás de todo

Todo lo que existe vibra. Todo lo que vibra emite energía. Y toda energía que sostiene la vida en este planeta proviene, directa o indirectamente, de una misma fuente: el Sol.

Lo curioso es que, aunque esta energía solar es la chispa vital del mundo biológico, nosotros—los seres más “inteligentes” de la creación—hemos elegido nutrirnos de ella en su forma más degradada. Nos alimentamos de animales que se alimentan de plantas que a su vez se alimentan del sol.
Estamos al tercer eslabón de distancia de la fuente madre.

¿Por qué nos alejamos tanto?
¿Y por qué hay historias sagradas que hablan de santos y sabios que se alimentaron solo de luz, aire o espíritu?

Este post intenta responder esa inquietante pregunta.


La cadena de la energía: del Sol hasta nuestro plato

La energía vital viaja en cadena. Observa este proceso:

  • El Sol emite fotones que son absorbidos por las hojas de las plantas.

  • Las plantas convierten esa luz en energía química mediante la fotosíntesis, almacenando esa energía en forma de ATP (adenosín trifosfato) dentro de sus células.

  • Un animal herbívoro, como una vaca, se alimenta de esa planta y procesa esa energía, almacenándola en forma de grasas, proteínas y carbohidratos.

  • Finalmente, el ser humano consume la carne de ese animal y absorbe lo que queda de esa energía procesada, ya en un estado menos puro y más denso.

Así vivimos.
Saltando de cuerpo en cuerpo, buscando migajas de una luz que fue directa y perfecta al principio.


¿Por qué no aprendimos a tomar la energía directamente del Sol, del Aire, del Éter?

Esta pregunta nos obliga a mirar hacia adentro.

¿Será que alguna vez sí supimos hacerlo… y lo olvidamos?

Relatos antiguos, tanto en Oriente como en Occidente, hablan de seres humanos que trascendieron la necesidad de alimentos físicos:

  • El profeta Elías, en la Biblia, caminó 40 días con la fuerza de una sola comida divina (1 Reyes 19:8).

  • Jesús ayunó 40 días en el desierto y dijo: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4).

  • En India, existen registros de yoguis y místicos que practican el pranayama y la absorción de energía pránica, afirmando vivir años sin alimento físico.

  • Algunos santos cristianos también se reportaron como inedias, seres que no necesitaban alimentos porque se nutrían directamente de la Gracia divina.

¿Será esto un mito? ¿O el reflejo de una verdad olvidada?


¿Se puede "desbloquear" esta conexión con la Fuente?

Hay quienes creen que sí. La capacidad de absorber energía directamente del entorno—del sol, del aire, del éter—no es mágica, sino parte del diseño original del ser humano. Un diseño que ha sido adormecido por siglos de dependencia y densidad.

El cuerpo humano tiene centros energéticos (chakras, glándulas endocrinas) que pueden absorber energía lumínica y sutil. Pero estos canales están muchas veces bloqueados por:

  • La dieta moderna y sus residuos tóxicos.

  • El exceso de estímulos mentales y falta de silencio interior.

  • El materialismo que nos desconecta de lo invisible.

  • El miedo, la duda y el olvido espiritual.

Los antiguos sabían que la luz es alimento. Y no sólo en forma metafórica. La ciencia moderna ha comenzado a estudiar los biofotones: partículas de luz emitidas por las células vivas. Algunos investigadores creen que podríamos absorber esa luz directamente… si nuestros cuerpos estuvieran preparados.


Recordando lo que fuimos, activando lo que aún somos

Este no es un llamado a dejar de comer, sino a recordar que nuestro cuerpo es un puente entre lo visible y lo invisible.
Que quizás fuimos diseñados para mucho más.
Y que existe una forma de vida donde el alimento no es solo físico, sino solar, aéreo y etérico.

Quizás los santos no fueron excepciones…
Sino recordatorios vivientes de lo que podríamos volver a ser si reconectamos con la Fuente.


Conclusión – ¿Estamos listos para recibir directamente del Sol?

Estamos en una era de reconexión. Muchos sienten el llamado a limpiar su cuerpo, su mente, su alma.
No solo por salud… sino por algo más profundo:
Por la nostalgia de una comunión directa con la energía de vida.

No será fácil. No será inmediato.
Pero si el hombre es capaz de vivir solo del pan…
también puede llegar a vivir solo de luz.

Todo depende de cuánto deseamos recordar.



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