Introducción: La pregunta prohibida
En los rincones más oscuros de Internet y ciertos círculos esotéricos, se ha difundido la controversial idea de que en algunos sectores del judaísmo —particularmente en ramas místicas como la Kábala— Satanás no es un enemigo de Dios, sino una manifestación de Él. Algunos incluso afirman que el Dios del Antiguo Testamento, por sus actos de ira y castigo, es en realidad el ser maligno, mientras que Satanás actúa como acusador pero también como servidor del plan divino. ¿Hay algo de verdad en esto? ¿De dónde nace esta lectura radical? Hoy lo investigamos con mente abierta.
I. El Satanás bíblico: ¿enemigo o fiscal divino?
En el judaísmo clásico —basado en el Tanaj (Biblia hebrea), el Talmud y otros textos rabínicos— Satanás no es un ser rebelde como en el cristianismo. Su función es mucho más jurídica que demoníaca.
-
En Job 1:6-12, Satanás aparece entre los “hijos de Dios” y actúa como un fiscal que desafía la fe de Job, con el permiso directo de Dios.
-
El término hebreo ha-satán significa literalmente el adversario, el acusador, no es un nombre propio, sino una función.
En resumen: en el judaísmo tradicional, Satanás es un siervo de Dios, no un rival que compite por almas.
II. Dios como fuente del bien y del mal: Isaías 45:7
En Isaías 45:7, leemos una de las declaraciones más polémicas de la Biblia hebrea:
“Yo formo la luz y creo las tinieblas, hago la paz y creo el mal (ra); yo, YHWH, hago todas estas cosas.”
Este versículo ha sido usado por místicos y críticos por igual para argumentar que el Dios de Israel reconoce ser creador tanto del bien como del mal.
-
En el judaísmo, Dios es absoluto y no tiene rival: todo, incluso el mal, está bajo su control. Esto choca con la visión cristiana dualista de Dios vs. Satanás.
III. La Kábala y el Sitra Ajra: el otro lado de Dios
En la Kábala, especialmente en el Zohar, aparece el concepto del Sitra Ajra (“el otro lado”), una dimensión opuesta a la santidad, pero que también emana de la Divinidad. Aquí es donde el tema se torna más complejo:
-
El Sitra Ajra está compuesto por fuerzas como Samael (un ángel caído identificado con el Satán kabalístico) y su consorte Lilith.
-
Estas entidades existen no como enemigos de Dios, sino como parte de su diseño para probar al mundo y permitir el libre albedrío.
-
Algunas ramas de la Kábala (como la de Isaac Luria) enseñan que el mal es un residuo del proceso de la creación, una “cáscara” (Klippah) que debe ser superada para revelar la luz divina.
IV. Las teorías gnósticas y su proyección sobre el judaísmo
En textos gnósticos, como el Evangelio de Judas o El Apócrifo de Juan, el Dios del Antiguo Testamento es visto como un dios inferior o incluso maligno: el Demiurgo, identificado a veces con Yaldabaoth, el “dios ciego” que ignora la existencia de una fuente más pura y elevada.
-
Esta visión influenció movimientos como el gnosticismo cristiano y ciertas ramas del luciferianismo moderno, que ven a Satanás como el portador de luz (lucifer = “portador de luz”) y al Dios bíblico como opresor.
-
Algunos críticos modernos y teorías conspirativas (como ciertos segmentos del movimiento anti-NWO o la llamada sabateanismo frankista) interpretan que algunas élites judías han adoptado la idea de que Satán es el verdadero liberador.
V. Casos extremos: Sabatai Zevi, Jacob Frank y el mesianismo invertido
En el siglo XVII, Sabatai Zevi, un rabino autoproclamado mesías, afirmaba que la redención vendría no cumpliendo la ley, sino violándola. Su seguidor, Jacob Frank, fue más allá, afirmando que la divinidad se revela más en la transgresión que en la obediencia. Muchos los consideran precursores de una corriente oculta de judaísmo herético que invierte el bien y el mal.
-
Estos movimientos son rechazados por el judaísmo ortodoxo como herejías.
-
Sin embargo, su influencia persiste en algunas teorías de conspiración sobre sectas luciferinas infiltradas en esferas de poder.
Conclusión: ¿Es Satán el Dios del judaísmo?
No. En la vasta mayoría del judaísmo, Satán es un fiscal subordinado a Dios, no un ser divino ni adorado. Sin embargo, existen interpretaciones místicas, desviaciones heréticas y lecturas gnósticas que han reconfigurado a Satán como parte del plan divino o incluso como un portador de luz oculto.
La confusión nace al mezclar:
-
Judaísmo ortodoxo (legalista y monoteísta)
-
Kábala (mística y simbólica)
-
Gnosticismo (dualista y esotérico)
-
Teorías conspirativas modernas
Advertencia: estos temas deben manejarse con responsabilidad, ya que pueden dar lugar a antisemitismo si se sacan de contexto. El propósito aquí es explorar ideas, no promover odio.
Referencias consultadas:
-
Job 1–2 – Biblia hebrea
-
Isaías 45:7 – Biblia hebrea
-
Zohar, Sefer ha-Zohar – Texto kabalístico medieval
-
Gershom Scholem – Major Trends in Jewish Mysticism
-
Idel, Moshe – Kabbalah: New Perspectives
-
El Apócrifo de Juan – Biblioteca de Nag Hammadi
-
Evangelio de Judas – Manuscrito copto, siglo II
-
"The Dönmeh Jews" – The Jewish Chronicle (sobre el movimiento sabateano)
-
"Luciferian Kabbalah" – artículos de investigación académica alterna
-
Talmud Bavli, Sanedrín 89a – referencias al rol de Satán
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.