El Trono Esmeralda del Norte – El misterio celestial de Polaris y la visión profética

 La Estrella Polar ha sido por siglos una guía para viajeros, navegantes y pueblos antiguos. Su posición fija en el cielo del norte ha llevado a muchos a considerarla el "ojo de Dios" o el eje celestial alrededor del cual gira el cielo.

Y sí, la Biblia habla del Trono de Dios con una descripción que recuerda a una esmeralda. Mira esto:

Apocalipsis 4:3
“El que estaba sentado era de aspecto semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y alrededor del trono había un arco iris, semejante en apariencia a la esmeralda.”

Esto nos sugiere que el trono está rodeado de un halo verde brillante, puro, como una gema viviente. Y si unimos eso a las imágenes que telescopios modernos han captado de Polaris con tonos verdosos, la mente se abre a la posibilidad de que esa “luz verde” sea una manifestación simbólica o espiritual del trono celestial descrito por Juan.

En muchas visiones místicas y esotéricas, se ha dicho que el trono de Dios no solo está en el cielo, sino en el norte, como si la estrella polar señalara su ubicación.

Salmo 48:2
“Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, es el monte Sion, a los lados del norte, la ciudad del gran Rey.”

Esa frase "a los lados del norte" ha sido usada por místicos para ubicar el trono divino más allá de lo físico, en el cielo del norte... ¿y qué hay justo ahí? ¡Polaris!