Un recuerdo adelantado a su tiempo
Tenía entre 14 y 16 años, y vivía una adolescencia como la de muchos: con preguntas, sueños, y una imaginación inquieta. Pero hubo algo que nunca olvidé… Una imagen muy clara llegó a mi mente: un sistema de transporte sin ruedas, un tren flotante, deslizándose con velocidad sin tocar los rieles, casi como si viajara sobre el aire.
No lo había visto en la televisión. No lo leí en libros. Simplemente… vino a mí.
Años después descubrí los trenes maglev: trenes de levitación magnética desarrollados en Japón y Alemania. La idea que yo visualicé con 14 años no existía aún de forma comercial. El primer tren maglev operativo en el mundo fue inaugurado en Shanghái recién en 2002. ¿Cómo es posible que una idea tan específica visitara mi mente antes de que el mundo la viera funcionar?
¿Existe una mente universal compartida?
¿Y si el pensamiento no nace únicamente en nuestro cerebro?
¿Y si hay una especie de "nube universal de ideas", una mente colectiva a la que podemos acceder de forma consciente o accidental?
Esta idea no es nueva. Platón hablaba del mundo de las Ideas, una dimensión más allá de lo material donde existen los conceptos eternos. Carl Jung lo llamó inconsciente colectivo, un campo donde se almacenan símbolos, sueños y pensamientos universales que todos podemos tocar.
Los místicos hindúes la llamaban Akasha, un éter mental donde están registradas todas las experiencias del alma. Los gnósticos y esoteristas modernos la han llamado la Mente Divina, o incluso el Logos, que conecta todas las conciencias.
Y hoy, curiosamente, usamos el término moderno: “la nube”.
¿Será que la humanidad siempre intuyó que había algo así?
Ideas que viajan sin internet
Hay inventos que nacen simultáneamente en diferentes partes del mundo, sin que haya habido contacto entre los inventores. Esto se llama invención múltiple. Ocurrió con el cálculo (Newton y Leibniz), la evolución (Darwin y Wallace), y hasta con la radio (Tesla y Marconi).
Nadie se copió del otro. Simplemente... la idea bajó.
¿Bajó de dónde?
Tal vez hay mentes más sensibles, que por su naturaleza o entrenamiento espiritual logran sintonizarse con ese campo universal de pensamientos. Y entonces, como una antena bien calibrada, reciben ideas, imágenes y soluciones que parecen adelantadas a su época.
¿Y si esto ya ocurrió en el pasado?
Piensa en las grandes civilizaciones antiguas:
Egipto, Sumeria, Mesoamérica, China, la India…
Levantaron pirámides, observaban las estrellas, usaban geometría sagrada, y construían templos alineados con el cielo. Nunca se conocieron, y sin embargo compartían patrones similares, símbolos repetidos, y conocimientos arquitectónicos asombrosos.
¿Será que todas se conectaban con una misma fuente de sabiduría invisible?
¿Y si existía una especie de nube mental prehistórica a la que los sabios, chamanes o iniciados accedían mediante rituales, meditación o estados alterados de conciencia?
¿Y si la mente humana es como un wifi espiritual capaz de descargar fragmentos del conocimiento eterno?
Pensamiento final – Una red que nos une más allá del tiempo
Quizás lo que me ocurrió a los 14 años fue una prueba silenciosa de que existe una red invisible que une las mentes de todos los tiempos. Algunos la llaman inspiración, otros revelación, otros canalización.
Pero puede que sea simplemente la realidad más profunda de quienes somos:
fragmentos conscientes de una Mente infinita.
Y puede que tú, que estás leyendo esto ahora, también hayas tenido pensamientos o sueños adelantados al tiempo. No los ignores. Tal vez has tocado sin saberlo… la nube eterna de las ideas.
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