Savielly Tartakower fue una de las figuras más fascinantes de la historia del ajedrez. Nacido el 22 de febrero de 1887 en Rostov del Don, Rusia (entonces parte del Imperio Ruso), posteriormente se nacionalizó polaco y pasó gran parte de su vida en Francia. Gran maestro, escritor y teórico del ajedrez, Tartakower es recordado no solo por su juego imaginativo, sino también por sus ingeniosos aforismos, conocidos como "Tartakowerismos".
Vida temprana y carrera ajedrecística
La trayectoria de Tartakower en el ajedrez estuvo marcada por sus estudios de derecho y filosofía en Viena, donde recibió la influencia de los mejores jugadores de la época. Su primera victoria importante llegó en 1906 en Núremberg. A lo largo de su carrera, participó en casi todos los grandes torneos europeos y compitió contra los jugadores más fuertes de su época, como Capablanca, Alekhine y Lasker.
Tartakower también fue un pensador innovador del ajedrez. Contribuyó a la teoría del ajedrez con nuevas ideas en diversas aperturas, incluyendo la Variante Tartakower del Gambito de Dama Rehusado. Fue un defensor de los principios del ajedrez hipermoderno, que priorizaban el control del centro con piezas en lugar de la ocupación directa de peones.
Sobrevivir a la guerra y seguir jugando
La Segunda Guerra Mundial afectó profundamente a Tartakower. De ascendencia judía, huyó a Francia y se unió a las fuerzas de la Francia Libre bajo el mando de Charles de Gaulle. Tras la guerra, continuó su carrera ajedrecística y representó a Francia en las Olimpíadas de Ajedrez.
El legado de Tartakower
Además de sus contribuciones a la teoría de aperturas, el mayor legado de Tartakower podría ser sus escritos y aforismos . Su libro 500 Partidas Maestras de Ajedrez (en coautoría con J. du Mont) sigue siendo un estudio clásico del juego posicional y táctico. Entre sus citas célebres se encuentra: «Los errores están ahí, esperando a ser cometidos». Su humor y perspicacia lo han convertido en una de las figuras más queridas de la historia del ajedrez.
Un partido brillante: Tartakower contra Réti, Viena 1910
Una de las partidas más notables de Tartakower fue la que jugó contra Richard Réti en 1910. Esta partida demuestra su brillantez táctica y su profunda comprensión del juego posicional.
Savielly Tartakower contra Richard Réti, Viena 1910
d4 d5
c4 e6
Cc3 Cf6
Ag5 Ae7
e3 OO
Cf3 Cbd7
Tc1 c6
Ad3 dxc4
Axc4 h6
Ah4 Cd5
Axe7 Dxe7
OO Cxc3
Txc3 e5
Dc2 e4
Cd2 Cf6
a3 Af5
Ba2 Rfe8
Tc5 Ag6
Cc4 Cd7
Ra5 b6
Ta6 Cb8
Ra4 b5
Ce5 Af5
Axf7+ Rh7
Axe8 Dxe8
Ra5 a6
Tc1 Ra7
Dc5 Te7
Db6 Te6
Tc5 h5
a4 h4
axb5 axb5
Ta7 Tf6
h3 Rh6
Dc7 Df8
Cg4+ Axg4
hxg4 Txf2
Tf5 Txf5
gxf5 Dg8
f6 gxf6
Df4+ Dg5
Dxe4 h3
Rh7#
Esta partida es un excelente ejemplo de la destreza ofensiva de Tartakower y su agudo sentido táctico. Sus piezas se coordinan a la perfección, culminando en un impactante jaque mate.
Conclusión
La contribución de Savielly Tartakower al ajedrez va mucho más allá de sus victorias en torneos. Sus percepciones sobre la filosofía ajedrecística, sus innovaciones en las aperturas y su agudo ingenio han dejado una huella imborrable en el juego. Fue un hombre que combinó una profunda comprensión estratégica con un gran sentido del humor, lo que lo convirtió en una de las figuras más memorables de la historia del ajedrez.
Aún hoy, jugadores y entusiastas lo recuerdan por su famoso dicho: "El ajedrez es una lucha contra los propios errores".
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