🔹 Fase 1 – El Diseño Original de Dios
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ADN en doble hélice: Dos cadenas que representan el equilibrio perfecto de la creación.
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Padre (72,000) + Madre (72,000) = 144,000
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Este número aparece en Apocalipsis 7:3-4, donde se habla de los 144,000 sellados por Dios.
👉 Simboliza a los elegidos, los que permanecen puros y no son alterados.
🔹 Fase 2 – La Profecía del Fin de los Tiempos
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La Biblia advierte que en el fin vendrá la marca de la bestia (666) (Apocalipsis 13:16-18).
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En términos simbólicos: el hombre sería reprogramado o marcado.
👉 La creación divina comenzaría a ser manipulada por fuerzas ocultas.
🔹 Fase 3 – El Avance de la Ciencia Moderna
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El siglo XXI trae la tecnología de ARNm (mRNA).
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Se dice que puede reescribir temporalmente procesos celulares, pero en visiones conspirativas va más allá:
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Introduce secuencias adicionales en la biología humana.
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Suma 72,000 genes más, llegando a 216,000.
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216,000 es simbólicamente 6 × 6 × 6 × 1000 → conexión directa con el 666.
🔹 Fase 4 – La Triple Hélice: El Hombre Híbrido
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Con dos hebras originales y una tercera añadida:
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2 + 1 = 3 → La triple hélice.
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Esto representa un intento de recrear al ser humano, fusionando lo biológico con lo artificial.
👉 El hombre ya no sería criatura de Dios, sino un ser híbrido transhumanista.
🔹 Fase 5 – El Ritual Público y el Mensaje Oculto
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Eventos de élites muestran simbología:
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La ceremonia de la Reina Isabel II con luces formando tres hebras de ADN.
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Shows internacionales que representan ADN y fuego, símbolos de “nueva creación”.
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Estos actos funcionan como avisos rituales al mundo, disfrazados de arte o cultura.
🔹 Fase 6 – El Cumplimiento Profético
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Según esta interpretación:
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Los 144,000 sellados serían los que resisten la manipulación genética.
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El resto de la humanidad recibiría la marca de la bestia a través de la biotecnología y la triple hélice.
👉 Una separación entre los que permanecen en el diseño original de Dios y los que son reprogramados por la agenda oculta.
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✨ Reflexión Final
La línea de tiempo nos muestra cómo la simbología bíblica, la genética y la tecnología moderna se cruzan en un punto inquietante:
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La doble hélice como símbolo de la creación divina.
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La triple hélice como el sello de la bestia y la corrupción del cuerpo humano.
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El 666 como el número oculto detrás de esta ingeniería espiritual y biológica.
La pregunta es:
¿Será esta la verdadera marca de la bestia en el siglo XXI?
¿O un intento de reemplazar al hombre hecho a imagen de Dios por una nueva humanidad híbrida?
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