El Misterioso Cambio de Frecuencia: ¿Por qué la Música Dejó de Afinarse en la Frecuencia del Universo?

 

Introducción

La música, desde tiempos antiguos, ha sido considerada no solo un arte, sino una ciencia sagrada. Los antiguos griegos creían que las armonías podían sanar el alma, y las tradiciones orientales usaban sonidos para alinear los chakras del cuerpo. Sin embargo, en algún punto del siglo XX, algo cambió. La frecuencia estándar en la que se afinan los instrumentos musicales fue modificada. Y muchos creen que no fue por casualidad.

Este cambio, aunque aparentemente técnico y sin importancia, podría haber sido uno de los más sutiles ataques contra la conciencia humana. ¿Y si la música moderna, tal como la oímos hoy, ya no vibra en armonía con la creación, sino en sintonía con una frecuencia artificial diseñada para desconectarnos de nuestra naturaleza divina?

Antes del 440 Hz: Un Pasado en Armonía con el Cosmos

Durante siglos, diversas culturas afinaban sus instrumentos a frecuencias cercanas a 432 Hz, considerada por muchos como la "frecuencia de Dios", el tono del universo, o incluso el pulso de la Tierra. Esta afinación resuena con la proporción áurea y la geometría sagrada. Leonardo da Vinci, Pitágoras, e incluso algunos manuscritos egipcios y tibetanos apuntan a una comprensión profunda de cómo el sonido podía alinear el alma humana con el cosmos.

Antes de la imposición del La=440 Hz, orquestas como la de Verdi afinaban en 432 Hz. Giuseppe Verdi incluso abogó por establecer esta frecuencia como estándar porque consideraba que producía una música más humana, saludable y armónica. Sin embargo, esa propuesta fue ignorada… y reemplazada.

El Oscuro Cambio al 440 Hz: ¿Coincidencia o Control Mental?

En 1939, tras una campaña liderada por el Instituto Británico de Normas, y con fuerte influencia de figuras relacionadas con la industria militar y de comunicación (como J.P. Morgan y Rothschild), se impuso el estándar La=440 Hz a nivel internacional, siendo oficializado por la Organización Internacional de Normalización (ISO) en 1955.

Pero… ¿por qué cambiar algo que funcionaba perfectamente desde tiempos inmemoriales?

Algunos investigadores, como el Dr. Leonard Horowitz y el ingeniero Brian T. Collins, sugieren que el cambio fue influenciado por intereses ocultos, incluyendo Joseph Goebbels, el ministro de propaganda nazi, quien habría experimentado con el uso del 440 Hz para inducir estados de ansiedad, agresividad y obediencia en las masas. Se dice que el 440 Hz altera los centros energéticos del cuerpo, especialmente el corazón, interfiriendo con la resonancia natural del ser humano.

El 432 Hz y la Frecuencia Universal Perdida

El 432 Hz no es solo una cuestión de sonido agradable. Estudios y experimentos en cimática (el estudio de formas creadas por ondas sonoras) muestran que las frecuencias en 432 Hz producen patrones armónicos y equilibrados, como mandalas naturales, mientras que el 440 Hz genera figuras más caóticas.

Además, cuando se compara el 432 Hz con el movimiento de los cuerpos celestes, la vibración del agua, y las proporciones del cuerpo humano, se encuentra una sincronía casi mágica. De ahí surge la sospecha: ¿se cambió la frecuencia musical para bloquearnos de esa armonía natural?

La Conspiración del Sonido: Control Mental y Desconexión Espiritual

Los teóricos de la conspiración afirman que este cambio fue un movimiento maestro de ingeniería social y espiritual. Al modificar la frecuencia estándar, las élites lograron:

• Desconectar emocionalmente al ser humano de la música natural.

• Alterar el ritmo cardíaco y cerebral a través de ondas disonantes.

• Reducir la sensibilidad a la belleza, la armonía y la espiritualidad.

• Facilitar la programación mental a través de los medios de comunicación masivos.

Algunos incluso aseguran que la vibración correcta (como 432 Hz o la serie solfeggio como 396 Hz, 528 Hz, 639 Hz) podría ser la clave para abrir portales espirituales, sanar enfermedades y reconectar con el Creador.

¿Y las Frecuencias 369? ¿Un Código de Tesla?

Nikola Tesla hablaba del misterio de los números 3, 6 y 9, insinuando que contenían las claves del universo. Algunos relacionan esto con las frecuencias solfeggio (especialmente el 396 Hz y 639 Hz), asociadas a la liberación del miedo, el amor y la sanación del ADN. Estas frecuencias antiguas fueron excluidas del sistema musical moderno. ¿Accidente o plan?

Conclusión: ¿Revolución Musical o Renacimiento Espiritual?

Hoy, miles de músicos, sanadores y buscadores de la verdad están regresando al 432 Hz y las frecuencias solfeggio. Desde conciertos hasta meditaciones guiadas, la música comienza a vibrar de nuevo con el corazón del universo.

La pregunta final es:
¿Qué más podría cambiar si simplemente afináramos nuestras vidas a la frecuencia correcta?