Beneficios nutricionales de la piel del mango:
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Fibra dietética
La piel del mango es rica en fibra, lo que ayuda al tránsito intestinal, previene el estreñimiento y promueve una microbiota saludable. -
Antioxidantes
Contiene compuestos antioxidantes como quercetina, mangiferina, ácido gálico y resveratrol, que ayudan a combatir los radicales libres, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas y envejecimiento prematuro. -
Vitaminas y fitonutrientes
Aunque en menor cantidad que la pulpa, la piel contiene vitamina C, vitamina E y carotenoides, que apoyan el sistema inmune y la salud de la piel y ojos. -
Propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas (en estudios preliminares)
Algunos estudios en laboratorio (no humanos) sugieren que ciertos compuestos de la piel del mango pueden inhibir el crecimiento de células cancerosas.
Consideraciones antes de comer la piel del mango:
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Pesticidas
Si el mango no es orgánico, es posible que la piel tenga residuos de pesticidas. Se recomienda lavar bien la fruta con agua y vinagre o usar un limpiador vegetal. -
Reacciones alérgicas leves
Algunas personas sensibles pueden tener irritación en la boca o labios al comer la piel, especialmente si son alérgicas a la urushiol, una sustancia también presente en el roble venenoso (poison ivy). Aunque la cantidad en el mango es mínima, hay personas sensibles. -
Textura y sabor
La textura puede ser fibrosa o dura dependiendo de la variedad del mango, y su sabor tiende a ser más amargo que la pulpa.
Conclusión
Comerte la piel del mango ocasionalmente y bien lavada puede aportarte fibra, antioxidantes y otros nutrientes beneficiosos. No es necesario pelarlo si tu cuerpo la tolera bien. Es una forma de aprovechar al máximo la fruta.
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