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Crisis energética:
Actualmente, Cuba está atravesando una grave crisis energética debido a fallos en su sistema eléctrico. El apagón más reciente ocurrió el 18 de octubre de 2024, cuando el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) colapsó por completo, afectando a todo el país. La falla se originó en la central termoeléctrica de Guiteras, una de las principales generadoras de electricidad en la isla. Este evento dejó a la mayoría de la población sin electricidad, y aunque algunas áreas han comenzado a recibir suministro de manera intermitente, gran parte del país sigue afectada.
El sistema eléctrico de Cuba es muy frágil, ya que depende de plantas termoeléctricas obsoletas que han estado operando durante más de 40 años sin la inversión necesaria para modernizarlas. Además, la crisis se ha visto exacerbada por la falta de combustible, ya que Cuba enfrenta dificultades para importar petróleo debido a la falta de divisas. Aunque se han alquilado plantas eléctricas flotantes en los últimos años para aliviar la carga, la capacidad de generación sigue siendo insuficiente
El gobierno ha decretado la suspensión de actividades no esenciales en un esfuerzo por reducir el consumo energético, pero la situación sigue siendo tensa y ha desencadenado protestas en diversas zonas del país
Descontento social:
La situación energética en Cuba podría aumentar el descontento social y llevar a una sublevación, especialmente considerando que la población ha soportado años de crisis económica y apagones. Históricamente, la falta de servicios básicos, como la electricidad, ha sido un catalizador de protestas. Un ejemplo reciente es el 11 de julio de 2021, cuando los apagones generalizados y las dificultades económicas desencadenaron manifestaciones masivas en todo el país, que fueron las mayores en décadas
El gobierno cubano está en una situación precaria, ya que la falta de inversión en infraestructuras y la dependencia del petróleo importado han dejado al país vulnerable a crisis energéticas como la actual
Es posible que grupos organizados o individuos descontentos vean la falta de electricidad como una oportunidad para desafiar al gobierno mediante sabotajes o interrupciones adicionales. Sin embargo, las protestas anteriores fueron fuertemente reprimidas, y el control estatal sobre las fuerzas de seguridad sigue siendo fuerte
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