Esta icónica fotografía marca el final de la carrera del matador Álvaro Munero. En medio de la batalla, de repente se arrepintió y se sentó al borde del campo.
Posteriormente, en una entrevista, Álvaro contará: “De repente no vi cuernos, sino ojos de toro. Se paró frente a mí y comenzó a mirarme. Simplemente se quedó de pie y observó, sin intentar atacar. La inocencia que hay en los ojos de todos los animales me mira pidiendo ayuda.
Fue como un grito de justicia y en algún lugar muy dentro de mí, de repente me di cuenta de que se estaba dirigiendo a mí de la misma manera que nos dirigimos a Dios en oración: "No quiero pelear contigo, por favor déjame, porque no he hecho nada". mal contigo. Puedes matarme si quieres, mátame si quieres, pero no quiero luchar contigo." Y yo, leyéndolo en sus ojos, me sentí como la peor criatura de la tierra y obstaculicé la guerra.
Después de eso me convertí en un vegetariano y deja de torear ". Esta historia se publicó en 2012. Después de que miles de otras publicaciones extranjeras contaran el caso, millones de personas se enteraron del matador Álvaro Munero, y esta foto se convirtió en una de las más reconocibles.
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