Los 10 Mandamientos, La clave para la salud y la longevidad.

 Aquí te traigo algunos ejemplos donde Jesús dice "tus pecados te son perdonados" a los enfermos y ofrece una explicación sobre el contexto y su posible relación con los 10 mandamientos.

1. El paralítico de Capernaum (Mateo 9:1-8, Marcos 2:1-12, Lucas 5:17-26)

Este es uno de los pasajes más conocidos donde Jesús pronuncia la frase "tus pecados te son perdonados". Unos hombres llevan a un paralítico ante Jesús, bajándolo desde el techo por no poder acceder al lugar debido a la multitud. Jesús, viendo la fe de los hombres, le dice al paralítico:

"Hijo, tus pecados te son perdonados."
(Marcos 2:5)

Ante esto, algunos escribas cuestionaron en su corazón, preguntándose quién podía perdonar pecados aparte de Dios. Jesús, conociendo sus pensamientos, les responde:

"¿Qué es más fácil, decir al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados’, o decir: ‘Levántate, toma tu lecho y anda’?"
(Marcos 2:9)

Luego, para demostrar su autoridad divina, le ordena al paralítico que se levante y ande, lo cual sucede inmediatamente.

2. La mujer pecadora que unge los pies de Jesús (Lucas 7:36-50)

En este relato, Jesús es invitado a cenar en la casa de un fariseo llamado Simón. Mientras estaban en la casa, una mujer conocida por ser pecadora se acerca a Jesús, llora a sus pies, los unge con perfume y los seca con sus cabellos. Simón se incomoda, pensando que si Jesús fuera un profeta, sabría que esta mujer es una pecadora. Entonces, Jesús le cuenta una parábola sobre el perdón y, al final, le dice a la mujer:

"Tus pecados te son perdonados."
(Lucas 7:48)

Nuevamente, los presentes se sorprenden, preguntándose quién es Jesús para perdonar pecados.

3. El hombre en la piscina de Betesda (Juan 5:1-15)

Aunque en este pasaje no se utiliza explícitamente la frase "tus pecados te son perdonados", hay una implicación similar. Jesús cura a un hombre que llevaba 38 años enfermo, esperando ser sanado en la piscina de Betesda. Jesús le dice:

"Levántate, toma tu camilla y anda."
(Juan 5:8)

Más tarde, Jesús se encuentra con él en el templo y le dice:

"Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te suceda algo peor."
(Juan 5:14)

Reflexión sobre el porqué Jesús perdonaba pecados antes de sanar

Jesús muchas veces relacionaba la sanación física con el perdón de los pecados. En el contexto de los 10 mandamientos, esta relación podría estar conectada con varios aspectos:

1. El Primer Mandamiento (No tendrás dioses ajenos delante de mí): Al perdonar pecados, Jesús estaba mostrando su autoridad divina. Como sólo Dios puede perdonar pecados, Jesús se presenta no sólo como sanador físico, sino también como el Hijo de Dios que tiene el poder de perdonar. Al aceptar el perdón de Jesús, las personas reconocen su autoridad y obedecen el mandamiento de no tener otros dioses.
2. El Sexto Mandamiento (No matarás): El pecado no siempre se refiere a acciones físicas como el asesinato, sino también a acciones espirituales y mentales que matan el espíritu o la relación con Dios. El perdón que Jesús ofrece es una restauración del alma y de la vida espiritual.
3. El Octavo Mandamiento (No dirás falso testimonio): Jesús muchas veces perdonaba pecados a aquellos que habían sido condenados por los demás como pecadores, como la mujer en Lucas 7. En este contexto, el perdón de Jesús es una defensa contra el "falso testimonio" de los demás, que los etiquetaban como irredimibles. Al perdonar, Jesús restablece la verdad de la dignidad humana, mostrándoles que, a pesar de sus errores, todavía son hijos de Dios.
4. El Décimo Mandamiento (No codiciarás): La sanación y el perdón de Jesús pueden estar relacionados con el desapego de lo terrenal y la codicia. En lugar de enfocarse en las posesiones materiales o en los deseos mundanos, el perdón de Jesús invita a las personas a buscar la sanación espiritual y una relación con Dios, lo cual es más valioso que cualquier bien terrenal.

Meditación

¿Por qué Jesús decía "tus pecados te son perdonados" antes de sanar a los enfermos?

1. Sanación espiritual antes que física: Jesús nos enseña que la sanación del alma es prioritaria sobre la sanación del cuerpo. El perdón de los pecados representa una limpieza interior, un restablecimiento de la relación con Dios, que es lo más importante para vivir plenamente.
2. El pecado como obstáculo: En muchos casos, el pecado era visto como un obstáculo para la comunión con Dios. Al perdonar los pecados, Jesús eliminaba esa barrera, permitiendo que la persona no solo fuera sanada físicamente, sino también espiritualmente.
3. El perdón es un acto de misericordia y amor: A través del perdón, Jesús demostraba el amor incondicional de Dios. No importaba cuán graves fueran los pecados de una persona, Jesús siempre estaba dispuesto a perdonar. Esto muestra una profunda conexión con los mandamientos, que son expresiones del amor de Dios hacia la humanidad.
4. Una invitación a la conversión: Al perdonar, Jesús invitaba a las personas a la conversión y al arrepentimiento, para vivir una vida alineada con los mandamientos de Dios. La sanación física se convertía en un signo visible de una sanación interior más profunda.

Estos pasajes nos invitan a reflexionar sobre la importancia del perdón y la necesidad de purificar nuestro corazón y espíritu para acercarnos a Dios, tal como lo sugieren los mandamientos.