Se trata de una formación descomunal de basura y escombros generada a raíz del último gran tsunami que arrasó las costas japonesas en 2011.
El problema no se restringe sólo a esta isla, sino que se registra a lo largo y ancho del mundo. La basura generada por el hombre crece mucho más rápidamente que cualquier otro contaminante ambiental, incluso que los gases de efecto invernadero. Inexorablemente, esta circunstancia derivará en resultados simplemente catastróficos, aseguran los expertos.
Sucede que el incremento del nivel de vida en nuestro planeta está ocasionando un poblamiento exacerbado de las ciudades, en donde las conductas de consumo urbano resultan ser el principal factor de la masiva producción de basura sólida. Un mayor poder adquisitivo por parte de los metropolitanos hace que las ciudades generen cuatro veces más residuos que los asentamientos rurales, en donde se consumen menos productos envasados.
A principios de esta última década, un 49 por ciento de la población mundial vivía en ciudades y producía más de 3 millones de toneladas de basura diaria. La proyección hacia el 2025 prevé una duplicación de estos valores. Hacia el 2100, se estima que los humanos generarán cerca de 11 millones de toneladas diarias de basura sólida. Los expertos subrayan la necesidad de fomentar el intercambio de objetos y potenciar la reutilización de materiales para ayudar a la necesaria disminución del consumo. De otro modo, el mudo acabará enterrado bajo la basura que genera.----------------------------------------------------
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