Sunday, October 13, 2024

Payo: El Gallo que Sobrevivió la Santería y Gobernó las Calles de Miami

 Payo: El Gallo que Sobrevivió la Santería y Gobernó las Calles de Miami

Payo: El Gallo que Sobrevivió la Santería y Gobernó las Calles de Miami


Hace algunos años, en las vibrantes calles de Hialeah, dejé ir a mi gallo, Coco, junto con unas gallinas. Nunca supe más de él hasta que, para mi sorpresa, apareció en los titulares del Miami Herald como una especie de leyenda urbana.

Lo que comenzó como una dulce anécdota sobre un gallo rescatado de la santería, terminó convirtiéndose en la crónica de un nuevo tirano del barrio. Coco ahora nombrado Payo, fue salvado en el último segundo, justo cuando estaba a punto de ser sacrificado en una ceremonia. Una familia compasiva lo rescató, convenciendo al santero de sacrificar otro animal en su lugar, y lo llevaron a casa como una mascota. Pero pronto el gallo mostró su verdadero carácter.

Aquel gallo blanco, con ojos rojos intensos, empezó a aterrorizar al vecindario del tranquilo barrio Silver Bluff West en Miami. Ya no lo llamaban “Payo”, sino “El Terrorista”. Y no era para menos. Payo se convirtió en el dueño y señor de las calles. Atacaba a perros, gatos e incluso a las personas que se atrevían a cruzar su camino. No era un gallo común; tenía una actitud desafiante, como si hubiese sido entrenado para gobernar su territorio.

Michael Demarziani, copropietario de un restaurante local, Rincón Argentino, recordó cómo Payo se acercaba a los comensales al aire libre, mostrando su pico con aires de superioridad, exigiendo comida como si fuese su derecho divino. “Este gallo es un canalla. Juraría que tiene colmillos”, bromeaba Demarziani en su entrevista. Incluso llegó a decir que un día servirían "pollo frito" si Payo seguía con sus travesuras.

Pero la guapería de Payo no terminaba allí. Como todo gallo, se levantaba temprano para cantar... pero su canto resonaba más fuerte que el de cualquier otro, despertando a todo el vecindario. Su canto era una especie de advertencia: "Aquí mando yo". Y si alguien se atrevía a desafiar su dominio, ya fuera humano o animal, Payo lo enfrentaba sin dudar.

La historia de Payo, publicada por Linda Robertson en el Miami Herald, se convirtió en un relato memorable sobre un gallo que, después de escapar de la muerte, decidió que la vida en las calles de Miami era suya para gobernar. Como si de una película de Alfred Hitchcock se tratara, los vecinos ya no sabían qué hacer con este bravucón emplumado que se había ganado el título de "El Terrorista".

Quizá nunca más supe de Payo, pero su leyenda sigue viva. Tal vez aún siga por ahí, dominando algún otro rincón de Miami, haciendo que perros, gatos y humanos lo respeten… o al menos lo mantengan a distancia.


Este post podría servirte para contar la increíble y cómica historia de Payo en tu blog, capturando el contraste entre la salvación de la santería y su inesperado reinado en las calles de Miami.

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