Ubicada en el corazón de la Catedral de Hereford, la Biblioteca Encadenada es una de las joyas más preciadas del patrimonio histórico y literario mundial. Considerada la biblioteca encadenada más grande que ha sobrevivido hasta nuestros días, ofrece una ventana fascinante a la forma en que se conservaban y protegían los libros en épocas anteriores. En el siglo XVII, cuando se crearon los estantes que aún se conservan, las bibliotecas encadenadas eran comunes en universidades y catedrales. Sin embargo, hoy en día, esta es la única biblioteca que todavía tiene sus libros encadenados.
1. Un Tesoro de 1,500 Libros y Manuscritos Medievales
La Biblioteca Encadenada alberga alrededor de 1,500 libros que datan desde el año 800 hasta principios del siglo XIX, incluyendo 227 manuscritos medievales. Estos textos, escritos principalmente en latín, incluyen biblias, obras de teología, derecho canónico y civil, así como comentarios de los primeros escritores cristianos. Los libros también contienen decoraciones coloridas, que varían desde simples iniciales en rojo, azul y verde hasta miniaturas pintadas e iluminaciones con detalles dorados.
2. Origen y Evolución de la Biblioteca Encadenada
Aunque la biblioteca encadenada data del siglo XVII, la Catedral de Hereford ha sido un importante centro de aprendizaje desde el siglo XII. Se sabe que muchos de los libros de la colección actual ya estaban presentes en Hereford desde esa época. Incluso algunos de ellos parecen haber sido elaborados localmente. Aunque la Catedral no contaba con una comunidad monástica que operara un scriptorium, ciertos textos fueron escritos específicamente para esta biblioteca.
En 1583, la Reina Isabel I comisionó un informe que reveló que la biblioteca estaba en estado de abandono. Para proteger los libros, se decidió encadenarlos, lo que llevó a la construcción de la actual Biblioteca Encadenada bajo la dirección de Thomas Thornton en 1611. Se inspiraron en las bibliotecas de la Universidad de Oxford para su diseño: los libros se colocaban de pie en estantes con escritorios integrados para lectura. Si bien el mobiliario fue fabricado localmente, los herrajes fueron encargados desde Oxford.
3. El Sistema de Cadenas: Protección contra el Robo
El sistema de cadenas era un método de seguridad necesario en la época. Cada libro estaba sujeto a su estante mediante una cadena de hierro, lo que permitía a los lectores consultar los libros en los escritorios sin posibilidad de llevarlos consigo. Este sistema aseguraba que los valiosos textos no se perdieran ni fueran robados en un tiempo donde los libros eran objetos extremadamente caros y preciados.
4. Restauraciones y Cambios: Desde el Siglo XIX hasta Hoy
En 1841, la biblioteca fue desmantelada para realizar trabajos de restauración en la Capilla de la Virgen. Las cadenas se quitaron de los libros y el mobiliario fue dispersado por toda la catedral. En 1897, se creó una nueva extensión de dos pisos en el claustro para albergar la creciente colección. El sistema de cadenas se restauró en 1930 gracias al paciente trabajo del canónigo Burnett Hillman Streeter, quien logró identificar y reunir todos los elementos dispersos de los escritorios y las cadenas.
Durante gran parte del siglo XX, la biblioteca fue cuidada por los honorarios bibliotecarios F.C. y Penelope Morgan, quienes llevaron a cabo un extenso trabajo de catalogación que aún se agradece hoy en día. En 1996, con fondos de la National Heritage Memorial Fund y John Paul Getty Jr., se inauguró un nuevo edificio que permitió mostrar nuevamente toda la Biblioteca Encadenada en su conjunto.
5. Una Fuente Inagotable de Conocimiento
Hoy en día, la Biblioteca Encadenada y los Archivos de la Catedral conservan y hacen accesibles miles de libros históricos, partituras musicales, documentos e imágenes. Los eruditos de todo el mundo visitan la biblioteca para estudiar sus manuscritos medievales y otras obras invaluables. Aunque los libros no siempre están en exhibición debido a la rotación constante de los tesoros que se muestran en la Exposición de la Mappa Mundi y la Biblioteca Encadenada, los visitantes aún pueden explorar este tesoro de sabiduría.
6. La Mappa Mundi y Otras Joyas Históricas
Además de la Biblioteca Encadenada, la Catedral de Hereford también alberga la famosa Mappa Mundi, un mapa medieval del mundo que representa la visión del cosmos y la geografía según los europeos de la Edad Media. Este valioso artefacto está expuesto junto a la Biblioteca Encadenada, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de ver de cerca algunas de las reliquias más importantes de la historia europea.
Conclusión
La Biblioteca Encadenada de Hereford no es solo una reliquia del pasado, sino un recordatorio vivo de la importancia de la preservación del conocimiento. En un tiempo donde los libros eran tesoros preciados, la cadena no solo protegía los textos, sino que garantizaba que las generaciones futuras pudieran acceder a la sabiduría contenida en ellos. Hoy, gracias a los esfuerzos de conservación, esta impresionante biblioteca sigue siendo un lugar de estudio y admiración, permitiendo a los curiosos y estudiosos viajar en el tiempo a través de las palabras y las imágenes que han perdurado durante siglos.
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