El pasado miércoles, expertos testificaron ante el Congreso de los Estados Unidos sobre la posible existencia de programas ultrasecretos relacionados con fenómenos anómalos no identificados (UAP, por sus siglas en inglés). La audiencia, organizada por los subcomités del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, abordó acusaciones sobre la recuperación de tecnología extraterrestre y su posible uso para avanzar en desarrollos militares.
Claves de la audiencia:
- Recuperación de tecnología no humana: Testimonios revelan que Estados Unidos podría estar involucrado en programas para analizar y replicar tecnología de origen no terrestre.
- Ocultamiento sistemático: Se denunciaron desapariciones de registros y un ambiente de intimidación contra quienes reportan o investigan estos fenómenos.
- Programas secretos como "Immaculate Constellation": Alegaciones sobre un programa del Departamento de Defensa que opera fuera del escrutinio del Congreso.
- Presión para la transparencia: Expertos instan al gobierno a desclasificar información sobre los UAP y permitir un diálogo científico abierto.
Testimonios destacados
Luis Elizondo, exfuncionario del Departamento de Defensa, afirmó que el gobierno de Estados Unidos posee tecnologías de UAP y que estas monitorean instalaciones militares sensibles alrededor del mundo. Según su testimonio:
“Estamos hablando de tecnologías que superan cualquier cosa en nuestro inventario. Si esto fuera tecnología de un adversario, sería un fracaso de inteligencia mayor al del 11 de septiembre”.
Elizondo también denunció que la falta de transparencia no solo afecta la confianza pública, sino que obstaculiza los avances científicos. Además, confirmó la existencia de programas diseñados para recuperar y analizar objetos no identificados.
Tim Gallaudet, contralmirante retirado de la Marina, relató un incidente ocurrido en 2015 durante un ejercicio naval en el que un video capturó un objeto volador con características desconocidas. El video, que luego sería conocido como el famoso "Go Fast," desapareció inexplicablemente de los correos electrónicos de todos los involucrados al día siguiente.
Michael Shellenberger, periodista y fundador del medio Public, presentó un informe que detalla la existencia de "Immaculate Constellation," un programa altamente clasificado dedicado a recopilar datos avanzados sobre UAP. Según Shellenberger, este programa utiliza herramientas sofisticadas para documentar fenómenos, incluyendo encuentros entre aviones militares y objetos no identificados.
¿Qué dicen los documentos históricos?
Aunque el interés público sobre estos temas no es nuevo, los esfuerzos por centralizar y analizar los avistamientos han aumentado en años recientes. En 2022, se creó la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO), que recopila reportes de UAP de la FAA y el personal militar. Sin embargo, aún no se permite que el público general envíe reportes directamente.
Además, registros históricos, como los del famoso Project Blue Book de la Fuerza Aérea, permanecen disponibles en los Archivos Nacionales. Este proyecto, que investigó más de 12,000 reportes entre 1947 y 1969, concluyó que la mayoría de los casos tenían explicaciones razonables. Sin embargo, 701 incidentes quedaron sin resolver.
¿Qué sigue?
La presión para que el gobierno de Estados Unidos sea más transparente sobre los UAP sigue creciendo. Los expertos subrayan que desclasificar información no solo fortalecería la confianza en las instituciones, sino que también abriría nuevas puertas al conocimiento científico.
La representante Nancy Mace resumió la importancia de la investigación en una pregunta directa durante la audiencia:
“Si estas tecnologías no son humanas y no son fabricadas por gobiernos, ¿quién las está creando?”
Conclusión: la búsqueda de la verdad
Aunque muchas observaciones pueden explicarse por fenómenos naturales o tecnología humana, un porcentaje aún desafía la lógica y la ciencia actuales. Como dijo Michael Gold, exadministrador de la NASA:
“La verdad está ahí afuera. Solo necesitamos ser lo suficientemente valientes para enfrentarla”.
La conversación sobre los UAP apenas comienza, y con ella, las demandas de respuestas concretas y la necesidad de que la ciencia y la transparencia prevalezcan.
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