Un reciente estudio ha descubierto que grandes fluctuaciones en los niveles de colesterol pueden ser un predictor silencioso de un mayor riesgo de demencia. Este estudio, realizado durante seis años, incluyó a 10,000 personas de Australia y Estados Unidos, todas en sus 70 años. Los investigadores encontraron que hombres y mujeres con niveles estables de colesterol presentaban un riesgo significativamente menor de deterioro cognitivo en comparación con aquellos cuyas cifras variaban año a año.
Según SciTechDaily, estos resultados podrían ayudar a los profesionales de la salud a detectar la demencia en etapas tempranas si futuros estudios respaldan estos hallazgos preliminares. Los resultados se presentarán en las Sesiones Científicas de la Asociación Americana del Corazón (AHA) de 2024, que tendrán lugar del 16 al 18 de noviembre en Chicago.
El Dr. Zhen Zhou, autor principal del estudio y becario de investigación postdoctoral en la Escuela de Salud Pública y Medicina Preventiva de la Universidad de Monash, en Melbourne, Australia, señaló la importancia de monitorear de cerca a las personas mayores con niveles fluctuantes de colesterol, independientemente de si toman medicamentos para reducir el colesterol. “Especialmente aquellos que experimentan grandes variaciones año a año podrían beneficiarse de una supervisión más activa y de intervenciones preventivas,” mencionó Zhou.
Resultados del Estudio
El estudio arrojó algunos resultados notables:
- Fluctuaciones elevadas, alrededor del 25% en el colesterol total, se relacionaron con un aumento del 60% en el riesgo de ser diagnosticado con demencia y un incremento del 23% en el diagnóstico de deterioro cognitivo.
- Las fluctuaciones en los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL o “colesterol malo”) y el colesterol total se asociaron con un declive cognitivo significativamente más rápido y puntuaciones más bajas en pruebas de memoria, cognición y reacción.
- Sin embargo, las grandes variaciones en los niveles de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL o “colesterol bueno”) y triglicéridos no mostraron una relación directa con el deterioro cognitivo o la demencia.
Zhou resaltó la necesidad de investigar más sobre cómo estas fluctuaciones en los niveles de colesterol podrían afectar el riesgo de demencia. Sugirió que la variabilidad, especialmente en los niveles de LDL, podría desencadenar el crecimiento y ruptura de placas, lo que podría obstaculizar el flujo sanguíneo y, en consecuencia, afectar la función cerebral. “Si la investigación futura confirma una relación causa-efecto, reducir la variabilidad del colesterol podría representar un prometedor objetivo terapéutico para la prevención de la demencia,” indicó Zhou.
Estadísticas Actuales y Recomendaciones de Expertos
De acuerdo con estadísticas de la Asociación Americana del Corazón de 2024, basadas en datos recolectados entre 2017 y 2020, aproximadamente 86.4 millones de adultos en los EE.UU. (casi el 35%) presentan niveles de colesterol total no deseables, de 200 mg/dL o superiores. Además, alrededor del 25% de los adultos estadounidenses tienen niveles altos de colesterol LDL, alcanzando los 130 mg/dL o más, mientras que un 16.9% de la población adulta presenta niveles bajos de HDL, inferiores a 40 mg/dL.
El Dr. Fernando D. Testai, profesor de neurología en la Universidad de Illinois en Chicago, afirmó que el estudio “agrega una pieza importante al rompecabezas de la salud cerebral, al proporcionar evidencia de que una mayor variabilidad en los niveles de colesterol está asociada con el deterioro cognitivo.” Testai anima a las personas a mejorar su perfil de colesterol a través de una dieta saludable, ejercicio y otras estrategias, como una forma de ayudar a proteger el cerebro.
Fuentes: SciTechDaily, Asociación Americana del Corazón
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