Rasputin
—El Monje Maldito—
—Tezcat—
La respuesta religiosa rusa ha sido
siempre conocida por su sensualidad extrema, y su alta carga emocinal. Para los
rusos la extravagancia de su ritual ha jugado consistentemente un papel
sustancial. Y el patrón de embriaguez, desenfreno y libertinaje seguido por un
arrepentimiento contrito y angustiado estaba frecuentemente más alla de la
comprensión de occidente.
¿Quiénes eran y de donde vienen los
khlysty? Aparecieron por primera vez en Rusia por la misma epoca que sus
antagonistas, sus hermanos "separados", los skopcy, o "castradores"
(alrededor del año 1.500). Su ritual, aunque era ruso, también contenía algunas
adaptaciones foráneas. Celebraban de palabra y hecho a dioses antiguos y
divinidades precristianas, a dioses como Ialiro y Rusalky, que
eran la personificación de la pasión y el deseo, y al Bomoboy, o genio
tutelar. Los dioses invocaban a dioses biblícos del placer, así como a oscuros
demonios, como Balaam, y a deidades persas como Kors. En el
ritual de estos "perseguidores del goce" sus giros y
circunvoluciones, seguidos de una frenética actividad sexual, eran virtualmente
indistinguibles de la danza extática de los derviches.
Indudablemente el más feaciente
testimonio de la influencia de sectas foráreas sobre los khlysty era su
dogma del "arrepentimiento a través del pecado" —la proposición que
el intercambio físico con un elegido, o una "divinidad"
(alguien en quien habita un dios o bien el fuego de dios) terminaría por aboler
y transformar el pecado en virtud. Aunque difiere levemente, esta doctrina
tiene un asombroso parecido, a la predicada por los Hermanos del Espirtu
Libre en Francia, Alemania y Checoslovaquia en los siglos XV y XVI. Los Hermanos
del Espiritu Libre era una secta de disidentes abortados del útero de su
Madre Iglesia Romana. Enseñaban que dentro de cada ser humano habita una
pequeña chispa divina. Creían que un pequeño reconocimiento de esta esencia
mágica dentro de cada hombre era suficiente para liberarse de cualquier tipo de
restricciones, ya fueran sociales, sexuales o intelectuales.
A través de su historia, los rusos
han sido predominantemente receptivos, aunque a veces quijotescos. Y a pesar
del mito contemporáneo de la igualdad de clases, pueden hallar su lugar con
mucha facilidad y reconciliarse con ello. La intriga y el cambio siempre han
provenido de las más extrañas esferas. La doctrina de la llama interna fue por
tanto, facilmente adaptada para que se acoplace al "alma"
rusa. En lugar de cincuenta dioses menores de una congregación en busca de su
divinidad, un lider humano se hacia divino. Todos se inclinaban con devoción
ante este maestro o líder. Era quien los liberaría del pecado. A esto lo
acompañaba el uso de un formato de liturgia ortodoxa completamente
transformado, persistentemente entrelazado a los rituales. Asociado con este
fenómeno, hallamos al maestro ruso y villano conveniente, Grigorig Efimovich
Rasputin, el "monje loco" quien, a través de la fuerza de
su personalidad, y el encanto de una naturaleza algo ambigua, tuvo éxito al
detener los ataques hemofílicos del zarevich integrandose así en los
circulos internos de la corte del Zar. Los khlysty han recibido mucha de
la fama que tienen a través de su presunta asociación con Rasputin. Aunque
toneladas de libros han sido escritos sobre el, solamente uno, la perceptiva
biografía de Colin Wilson, parece dibujar su retraro con bastante percepción.
Si uno tiene suficiente perspectiva, las memorias de Maria la hija de Rasputin,
es bastante esclarecedora. Las cualidades poseiadas por Rasputin serán algún
día el material a partier del cual se simentara la busqueda de la grandeza
humana —el tipo de grandeza que hace avanzar al hombre en su desarrollo
evolutivo. Algunos vieron esta grandeza en Rasputin y sintieron su efecto en
formas que no podían entender, formas que incrementaban el dolor de su propia
incompetencia. Debido a que utilizaba este mecanismo interno, este "detector
de incompetencia", Rasputin se granjeó muchos enemigos, al igual que
muchos psicofantes.
Es importante anotar que las
personas que llevaron a Rasputin a San Petesburgo y lo presentaron a la corte
no eran ocultistas de pacotilla, sino miembros prominentes de la aristocracia
clerical y de la intelligentsia urbana. Diletantes y santos (principalmente
John de Cronstadt) lo consideraban un hombre santo con poderes de Dios. (Sin
embargo después de su muerte lo condenaron como un diablo). Relatos de sus
incliaciones extremas y sus excesos florecian por doquier en la ciudad. Se
decia que había cierta emanación azulada que parecia emerger de sus labios. Se
le atribuía una capacidad escalofriante para percibir los pensamientos y las
emociones ocultas de otros. Esto es sustentado por sus propias palabras, que
tambien refutan en los argumentos de quienes buscaban desacreditarlo al
insinuar que entre sus "vicios" estaba el hurto. Su hija, Maria,
recuerda a su padre diciendo: "Nunca me atrevi a robar ni el más
pequeño objeto. Solía creer que todos se darían cuenta de una vez que yo habia
robado algo, ya que yo mismo notaba cuando uno de mis camaradas había robado."
Sus capacidades curativas fueron
reconocidas y ampliamente divulgadas, sin embargo no lo fueron sus métodos, ya
que el de Rasputin no era un chamanismo comun y corriente, propio del
curandero. Su presunta vida libidinosa, libertina y extravagante ha sido el
sujeto de incontables y purulentos ataques, al igual que su inexistente papel
de lider-redentor en la secta de los khlysty. Que Rasputin se involucrara
en una camarilla política esta fuera de duda. A pesar de su histrionismo, y de
que era bastante impulsivo, franco y abierto, no era alguien fácil de
impresionar, y probablemente tenía un alto nivel de inteligencia natural. Sin
embargo, poco se sabe de las reuniones secretas que tenían lugar en "noches
especiales" del año, en las cuales sólo se admitian unas pocas
personas, tanto nobles como plebeyos —noches a las cuales se aludía pero que no
se discutían, donde Rasputin era "la llama roja" y se llevaba
a cabo "la gran obra".
Cuando Alejandra, la emperatriz de
Rusia, fue ejecutada en el sótano de la casa Ipatiev en 1.918, dos años después
del cruel asesinato de su bathiuska Grigorig, los guardias hicieron un
descubrimieno único. Mientras buscaban joyas entre sus poseciones, encontraron
un par de dragones verdes tallados en esmeralda cosidos a su corse, que
Rasputin le había regalado muchos años atrás. ¿Podría ser que Rasputin alla
tenido tratos con El Dragón Verde, la extraña orden hermética extendida
por todas las Rusias? También hay muchas especulaciones sobre las verdaderas
motivaciones del movimiento khlysty de fin de siècle
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